EMPIEZAN LAS MOVIDAS. EL BARBERO DE ESTAMBUL.

Como dije antes, de viaje no se sale sin el pasaporte. Pero hay mas que eso. Tampoco se sale sin estar informado. No se quien dijo que la frontera turca no se podia cruzar sin pasaporte. Igual es que no lo dijo nadie. Pero el caso es que se puede.

Desde Veliko Tarnovo, antigua capital de Bulgaria, me dirijo hacia Edirne, ciudad fronteriza de Turquia. Comparto el dia con dos inglesas que tienen mucha cara de inglesas. Nome resulta sorprendente.

Me escuecen los cachetes, pero aun no tengo diarrea. El que esta algo tontorron es el embrague. Y no sirve de nada tratar de argumentar con el. Se queda ahi, como si fuese un trasto... Se cala cuando estoy con una marcha puesta apretando el embrague. Jose?

La distancia se mide en "fincas". Necesito algun punto de referencia que me permita plantear metas discretas. De esta manera, cada tramo del dia se convierte en un discreto exito. A la salida de Navalcarnero, donde soliamos tener la finca, hay un cartel que indica "Madrid 30 km". De esta manera, un tramo de 150 km equivale a 5 fincas. Parece ser que me aburro y tengo mucho tiempo para pensar en gilipolleces.

Antes de entrar en la frontera turca algo se aflojo a mi espalda. Como suelo hacer con todo, no le di importancia. Habia oido decir que la frontera turca era un infierno. En apensa una hora habia logrado pasar al otro lado, y eso que tuve que comprar una carta verde pues la mia habia caducado. Fue ahicuando me di cuenta de que habia perdido la bolsa con los mapas, la toalla, el cuaderno de viaje y las hemotoallitas. Tarde unas 4 horas en conseguir volver a entrar en Bulgaria. Desafortunadamente, durante esas cuatro horas se habia hecho de noche. Apesar de todo, encontre algunos papeles y el cargador del movil en un area de descanso. Supongo que alguien se llevaria el resto. Solo puedo esperar que los hongos de mis pies se agarren con ahinco a su cara a traves de la toalla.

Otras tres horas para volver a entrar en Turquia. Me gustaria poder relatar los tramites que tuve que realizar en la frontera, pero mi mente, para poder seguir almacenando datos, se ha visto obligada a suprimir ese lapso de tiempo.

Balance de la noche:

• He perdido todo el dia en la frontera, cuando habia conseguido cruzarla en menos de una hora.
• No tengo mapas
• No tengo hemotoallitas (a pesar de lo cual he optado por no renunciar a llegar a Mongolia, y eso si es de machos)
• Anemia grave. Me han picado no menos de 600 mosquitos. Y cada uno varias veces. Con eso de que es un raly benefico...

Pasadas las doce de la noche me dirijo anemico hacia Edirne, donde paso mi primera noche turca en un hotel sucio, humedo y oscuro. El encargado de noche es mas feo que todas las encargadas de noche que habia visto hasta entonces. Le salva su bigote. Muy masculino.

A primera hora del dia de hoy pierdo un guante. No me queda mas remedio que pedirle a un tendero que me abofetee. Lo hace temeroso, pero me parece percibir en su rostro cierta satisfaccion.

Llego a Estambul tras tres horas de autopista con vientos huracanados, camiones cuyo unico objetivo en la vida parecia ser el de sacarme dela carretera, gasolineras sin gasolina y sin guante derecho. Me pierdo en sucesivas ocasiones. Finalmente logro llegar a Sultanahmet. El bolido atraviesa una estrecha avenida entre la Mezquita Azul y Santa Sofia. Se cala.

Hostal curioso, con bar en la azotea. Tengo previsto subir a emborracharme en este preciso momento. Mas adelante saldre a buscar un karaoke.

Estambul me trae recuerdos agridulces. Me recuerdan que no soy bueno. Y que soy un poco imbecil. Un poco bastante.

Frente al hostal hay un barbero. No me he afeitado desde la salida. Me afeita contanto mimo que me hace dudar de su masculinidad. Y en algun momento de la mia. Mi mano no le corresponde debajo de su mandil. Sigo siendo un macho.

Se oyen rumores. Alguien dice haber visto el ATOPOCU en una sauna masculina en Hanoi. Sigo en su busca.