LOS PROBLEMAS CRECEN. ME CUBRO DE GLORIA. LLORO COMO UNA CHICA.

El desierto es ahora mi hogar y sus alimañas mis hermanos.

Desde Aqtau, ciudad portuaria ubicada en el extremo occidental de Kazajstan, nos dirigimos hacia Beyneu, cerca de la frontera con Uzbekistan. Las carreteras tienen el perfil de un trapo arrugado. Todo es tierra y arena, pero agarrandonos los machos a dos manos logramos salir adelante. He puesto las ruedas de tacos. Se me hace raro. El bolido, ya de por si malvado y pendenciero, da miedo. No hay terreno que se le resista.

Al salir de Beyneu, donde nos hemos vuelto a reunir con las chicas, desaparece la carretera. Los pies se hunden en la arena. Es la mas fina que he visto jamas. Parece polvo de talco. Pierdo el control de la direccion continuamente. Agarro el manillar con todas mis fuerzas y, con la ayuda de mis tres San Cristobales, mi estampita del Sagrado Corazon de Jesus y las plegarias de mi abuela, no me la pego. Ocasionalmente reaparece la supuesta carretera, que no es mas que un camino natural que nunca ha sido asfaltado. En algunos tramos compensa salir de la carretera e ir campo a traves. La velocidad en gran parte del camino no puede superar los 20 km/hora, pues la vibracion se hace insoportable. La sonrisa burlona del bolido se ha transformado en una extraña mueca. De hecho, la vibracion me ha hecho perder el segundo espejo. Como un viejo perro callejero, el rostro de la moto acumula cicatrices.

En un momento dado, pierdo el control y me salgo de la carretera. No alcanzo a comprender como es posible que no me cayera. El cabron del bolido queda atascado en un banco de arena y me dejo los cuernos tratando de sacarla. 20 minutos tragando arena y poniendo cara de bestia, pero lo logro. Temo permanentemente por la suspension (y por que se gripe, y por quedarme sin gasolina, por caerme... En fin, voy bien acojonado).

Como sucede con los senos prietos y turgentes, el tiempo y el uso estan haciendo mella en la moto. En uno de los doscientos millones de socavones que he tenido el placer de comerme, el portaequipajes delantero perdio uno de sus anclajes. Fue asi como el equipaje cayo sobre la rueda delantera, bloqueando la direccion. Al grito de "REPANOCHAS!!" vuelvo a salirme de la carretera, pero esta vez no hay milagro. Me calzo un galleton de proporciones considerables. El hombro derecho sale perjudicado, pero aun cumple con sus funciones. La luz no ha vuelto a funcionar desde entonces.

Los coches fallan. Los problemas se solucionan poco a poco, pero nos acabamos distanciando. Llego a Quongrhat en solitario. Me queda poco dinero. Cambio 40 euros, todo lo que me queda, y me timan como a un niño tonto. Con el objetivo de preservar los escasos fragmentos que conservo de dignidad, evitare relatar los detalles relativos a la mencionada transaccion.

En algun momento de mi estancia en Quongrhat, cuya duracion prevista era de 20 minutos, pierdo el unico juego de llaves de la moto. No, no estaba satisfecho con haber perdido los mapas, un guante, el cargador del movil, varios libros y mi amor propio. Me aplaudo por ser el tio mas tonto del mundo y le solicito al banquero que me abofetee. Lo hace, pero con reservas. Tres horas de busqueda improductiva. Desespero.

Jose, mi querido mecanico y padre adoptivo del bolido, ma da pautas para puentear la moto y desbloquear la direccion. La moto acaba en un taller improvisado. 20 manos sobre ella. Me recuerda a una rubia maciza en pelotas en medio de un bazar oriental. Tiemblo de miedo y de pena. Puentearla no es problema, pero desbloquarla... Taladro y martillazos durante casi una hora. Desesperado, furioso y atolondrado, aprovecho para amartillarme la mano en tres ocasiones. Risitas y murmullos a mi larededor. Cabrones... Cuando empezaba a pensar que no saldria de esa, se desbloqueo. Aplausos y abrazos. La operacion fue una escabechina, pero todo un exito.




Cerradura despues de la escabechina...

Pretendo marcharme de Quongrhat, pero la cosa no seria tan facil. La moto se cala una y otra vez. Y otra. Y otra. Estoy atolondrado, tengo la cabeza embotada y no puedo pensar. Asi pues, el bueno de Jose me vuelve a solucionar la papeleta. El filtro del aire resultaba estar practicamente embarrado despues de la aventura del desierto. Tras limpiarlo, la moto ruge como siempre. Suspiro.

Se ha hecho tarde. Un tipo del taller insiste en que duerma en su casa y en que me de una ducha. Sobre todo en lo de la ducha. Voy hecho un autentico gorrino, lleno de grasa, arena, legañas y mosquitos espachurrados contra mi chaqueta. No me he duchado en 5 dias. Acepto agradecido. Muy agradecido. En su casa me tratan como a un rey. Me ceban a comida y te. Son muy acogedores y hacen grandes esfuerzos por hacerse entender. La mujer solo come cuando los demas hemos terminado, pero se pone echa un morlaco. Duermo como un animalillo salvaje.

Al dia siguiente salgo en direccion a Samarkanda. Pinta bien. No tengo mapas y no se a que distancia puede estar, pero todos insisten en que no son mas de 600 kilometros. Resultaron ser cerca de 1000. Cabrones...

Sigo en solitario y en pleno desierto. En medio de ninguna parte, la moto se vuelve a calar. Trato de dialogar con ella, pero no hay manera. Caprichosa la jodida... Me tiro de los pelos. Quiero llorar y patalear como un niño, pero como no me va a ver nadie, no tiene sentido. El filtro esta limpio, por lo que el problema debe de estar en el carburador. Soplo los chiclés a pulmon, lo que me permite llegar, desesperado, a Turtkul (otro agujero...). Estoy muy cansado, cabreado y la gente no para de hacerme preguntas y de tocarlo todo sin pedir permiso. Lamento no haber comprado el Kalashnikov. Quiero claudicar me planteo muy seriamente la posibilidad de subir la moto en un tren hasta Samarkanda.

Afortunadamente, todo el mundo entiende la palabra "carburator". Dos individuos gritan "CARBURATOR MASTER, CARBURATOR MASTER!!!" y me indican que les siga. El Carburator Master nunca ha visto una vespa. Temo por ella. Mientras trata de limpiar el carburador, uno de los tipos que me ha llevado hasta ahi sugiere que vayamos a su casa con un par de fulanas (por supuesto, pagando yo...). Rechazo su oferta, lo que no le sienta muy bien. Pone mi hombria en entredicho. A estas alturas, ya no se lo puedo discutir.

Les acabo invitando a comer empanadillas de huevo. Como comen los cabrones. Como pago yo... Insisten en que me quede a dormir en su casa. Estos tipos me huelen a chamusquina y mi madre me espera en Samarkanda. En cuanto la moto esta arreglada (observo que faltan un par de piececillas...), me vuelvo a adentrar en el desierto, donde paso mi primera noche en solitario.

Estoy cerca de Samarkanda. Apenas 300 km. Me queda el equivalente a un euro en metalico y unos 15 litros de gasolina. Me temo que no es suficiente para llegar a Samarkanda. En Bukhara pretendo sacar dinero con la tarjeta. Soy un iluso. En un primer banco me mandan a paseo. En el segundo tambien, pero con mejores formas. Ademas, me aseguran que me puedo olvidar de usar las tarjetas en esa ciudad. No me quedan mas narices que intentarlo con la gasolina que tengo. De perdidos al rio. No he desayunado, no tengo agua y hace mucho calor. Al llegar a la moto, veo que los tipos del banco me llaman. Me dan un telefono y hay un tipo hablando ingles al otro lado. Le explico el problema. Devuelvo el telefono y acto seguido empiezan a urgar en sus bolsillos. Empiezan a contar dinero. Veo que es mucho mas de lo que necesito y asi se lo hago saber. "Aqui tienes para gasolina. Y aqui para agua, tabaco y lo que te de la gana". El equivalente no llegaba a los 10 euros. No recuerdo haber llorado nunca de agradecimiento. Apenas podia hablar. Los cabrones se descojonaron de mi, pero sospecho que agradecieron mi reaccion.

Pasadas tres horas estaba en Samarkanda. Ducha, comida, dinero, hotel de 4 estrellas y, sobre todo, mama (que me trajo calzoncillos limpios...).

Balance de los ultimos dias:





  • Me quieren pegar.

  • Apenas tengo dinero y soy victima de un timo para tontos.

  • Pierdo el segundo retrovisor.

  • No tengo luces.

  • Pierdo el portaequipajes delantero, con galleta incluida.

  • Pierdo las llaves y el bolido es victima de una escabechina.

  • Problemas con el carburador.

  • Me llaman pichafloja por no quere irme de putas.

  • Lloro como una chica porque me regalan 10 euros.


No digo mas.

9 comentarios:

VanFam dijo...

Eres un máquina tio. Que huevos le has echado a la aventura! Te admiro, eres como Indiana pero en vez de látigo tienes una vespa. Nunca fui un gran amante de las vespas, pero estoy empezando a cogerles un gran cariño gracias a ti. No desesperes, el mejor de los finales te espera y lo digo en serio. Gracias por contar al mundo tu fantástica odisea.

monica dijo...

Jaime eres un fiera, me tienes enganchada a tu aventura, que narices le estas echando al asunto, eres la caña de españa, en serio, pero ten muuuucho cuidado, te echamos de menos...cuidate mucho y mil besos para esas noches que pasas solo por esos mundos de Dios.
Arantza te está cuidando, así que tranquilo...

Bardo B dijo...

Desde el dia que un amigo me hablo de esta aventura estoy enganchado a ella, eres un fiera. Animo que ya te queda poco. Por cierto geniales los posts xD

hombrelobo dijo...

Enhorabuena, y ánimo. Te seguimos con interés.

Samarkanda .... supongo que es mucho peor que lo que evoca ... siempre recuerda que has estado en Samarkanda ...... :)

Paquito dijo...

Joder... Y yo que pensaba que cuando me fui a vivir a Francia las pasé canutas...

Pues nada nada: te meto en el RSS y divulgaré tu aventura :-)

Un saludo y suerte machote: ¡A por ellos que no saben lo que es jamoncito! ;-)

Paquito.
http://paquito4ever.blogspot.com

Paich dijo...

Te sigo con gran interés. I am fascinated with you as always! No dejes de escribir y no llores que te veo. -Paich.

vespajo dijo...

Jaime muchos animos de Alicia y MIOS ,Y YA SABES PARA LO POCO QUE TE PUEDA SOLUCIONAS POR LA DISTANCIA
ANIMO ,NO FLAQUES JAJAJAJA QUE YA QUE POCOOOOOOOOOOOOO

Juliana dijo...

Apenas concluyas, te das la vuelta con vespa y todo y te reto al tercer atopocu con destino miami a conocer a tu sobrina como un fin bastante noble, el conocer otro ramaje de tu arbol familiar. Candela y yo te estamos siguiendo con completa devocion y admiracion. Dice Candela que espera la vespa, que sin vespa ni pio¡¡¡¡ Besos y abrazos de cande ahhh si y de tu hermano tambien. juliana

Daniel dijo...

Jaimitón, esta aventura te elevará a la categoría de héroe legendario. Las nenas harán cola para tocarte cuando vuelvas a Madrid, y será complicado relacionarse contigo sin cita previa. Mi familia y yo te mandamos un fuerte abrazo desde Gran Canaria. Te quiero mucho majadero